“¿Qué hago si no puedo reunirme con mis amigos y me la paso frente a la pantalla todo el día?”
“Al final de la jornada, estoy muy cansado de tantas videollamadas y de no hacer otra cosa que estar ahí sentado”
“Lo único que me relaja es un par de copas”.
“No le hago mal a nadie, pues ni siquiera tengo que manejar”.
Estas son frases que se repiten en la mente de las personas en los últimos meses. Sin embargo, hay quien ya no solo no le bastan dos tragos, sino que ha empezado a tener consecuencias a causa de su forma de beber, tales como no levantarse a tiempo, no asistir a juntas importantes o hacer comentarios inapropiados durante estas, e incluso agredir a alguien a causa de la intoxicación.
El encierro, las pérdidas de diferentes tipos (salud, familiares y amigos, económicas y laborales, entre otras), la incertidumbre y el aislamiento social han traído por consecuencia el aumento de los niveles de estrés, lo cual a su vez ha causado que los adultos, para aminorar la tensión, incrementen el consumo de alcohol hasta llegar al abuso.
En el caso de quienes ya padecen la enfermedad de la adicción, el tiempo en casa y la disponibilidad de las drogas ilegales a domicilio han contribuido a que surjan crisis a causa de su consumo dentro del hogar, lo cual, a diferencia de lo que podría pensarse, es una oportunidad para que las personas adquieran conciencia del padecimiento y reciban la ayuda adecuada.
La adicción al alcohol y otras drogas es un trastorno complejo y que afecta no solo a quien la sufre, sino a todas las personas que lo rodean, por eso se requiere de tratamiento especializado tanto para la persona como para su familia.
10 CLAVES PARA SUPERAR TIEMPOS DIFÍCILES
Todos hemos querido tirar la toalla en algún momento. Nadie es ajeno al sentimiento de impotencia y al de frustración ni al estrés que parece no tener fin. En más de una ocasión hemos estado a punto de explotar y decir “ya no puedo más”. Finalmente, somos humanos, ¿o no?
Sin embargo, lo que distingue a las personas exitosas del resto es la perseverancia; una actitud que se nutre de paciencia, aprendizaje y autorreflexión. Si estás pasando por una etapa difícil en tu negocio, vida personal o trabajo, debes conocer algunas herramientas que te ayuden a superar esas crisis y convertirlas en un paso más para triunfar.
- HAZ PEQUEÑAS MEJORAS EN TU VIDA
Si sientes demasiada presión en el trabajo o en tu casa, intenta cambiar algunas cosas que aumentan tu nivel de estrés y ansiedad. Por ejemplo, ordena tu escritorio o arregla esos papeles que te tienen preocupado. Identifica aquellos pendientes que te molestan en diferentes ámbitos y define cuáles son fáciles de atender; notarás que la mayoría te tardará menos de dos horas y que significará un gran cambio en tu vida.
- APÓYATE EN LA GENTE POSITIVA
Lo que menos necesitas en estos momentos de crisis es rodearte de personas con actitud negativa. Si lo haces absorberás sus malas vibras y únicamente incrementarás tu frustración. Al contrario, la gente positiva puede ser justamente lo que necesitas para transformar tu humor y ver las cosas desde otra perspectiva.
- ALÉJATE DEL PROBLEMA
Si tienes una rutina será muy difícil que puedas dejar de pensar en la situación difícil por la que estás atravesando. Por eso, lo mejor es realizar alguna actividad que normalmente no haces. Podrías tomarte unos minutos para caminar en un parque o quizás dar una vuelta por un museo; es decir, debes “cambiar de aires”. Regresarás a la oficina con nuevas ideas y soluciones.
- NO LO TOMES PERSONAL
Es el consejo más sabio que te han dado tus amigos y familiares. Cuando tienes un problema con una persona o te enfrentas a un fracaso, lo más común es convertir esta situación en un recordatorio de tus defectos y limitaciones. “No soy bueno para esto” o “esa persona me odia” son frases comunes. Para salir adelante tendrás que dejar de pensar así, ser empático e intentar entender por qué ocurrió o por qué el otro actuó de esa manera.
- VE LAS COSAS BUENAS
Cuando estamos pasando por momentos difíciles tendemos a ver todo de color negro. Es así como dejamos de visualizar lo bueno que sucede a nuestro alrededor. Tómate unos minutos para tranquilizarte y pensar en las cosas positivas. Procura escribirlas y leerlas cada cierto tiempo. Te servirá como un recordatorio de que no todo está mal.
- MEDITA o REZA
Este ejercicio puede ser sumamente relajante e inspirador. Inicia todos los días meditando o rezando por unos cinco minutos. Usa ese tiempo para enfocarte en tu respiración y en tu cuerpo. Deja pasar los pensamientos y evita juzgarlos. Procura hacerlo en un lugar silencioso, justo después de levantarte. Te tranquilizará.
- DESCONÉCTATE
Si tu empresa está sufriendo una crisis o tienes un problema grave en el trabajo es probable que se te dificulte dejar a un lado la computadora o el celular. No obstante, pasar un tiempo completamente “desenchufado”, alejado de los mensajes y de los problemas podría ser la mejor vitamina. Apaga durante 10 minutos cualquier forma de comunicación y dedícate a hacer algo que realmente disfrutes.
- HAZ EJERCICIO
Ya sé lo que piensas: “no tengo tiempo ni ganas de correr o ir al gimnasio”. Sí, tu agenda está saturada, pero no por eso debes descuidar tu cuerpo y tu salud. Además, el ejercicio sirve para liberar endorfinas, lo que se traduce en una excelente terapia para expulsar tu enojo o tristeza por medio de tus movimientos.
- BUSCA A TU MENTOR
Como siempre aconsejamos, en tu carrera como emprendedor y profesionista es esencial que cuentes con esta figura. Puede ser un amigo, un maestro o una personalidad relevante en tu sector; lo importante es que sea alguien con experiencia y que sea lo suficientemente honesto para hablarte con la verdad. Desahogarte con él o ella te dará una sensación de paz, y también podrías recibir un consejo que te permita alterar ese terrible rumbo que estás siguiendo.
- ENCUENTRA LA CAUSA RAÍZ
Cuando atraviesas un momento difícil es normal que culpes a todo el mundo, que te desahogues con tu pareja y con tus amigos y que estés en contra de cualquier cosa que se te ponga enfrente. Lo más recomendable es que te sientes a pensar y analizar cuál es la razón por la que tienes esos sentimientos. Hacerlo te ayudará a entender si es algo que puedes controlar no y si necesitas buscar ayuda. Ahí radica la sabiduría.